1
Pasa el agua, riendo,
junto a mi bullicioso amigo,
el viento.
Viene desde su casa,
allá, en el cielo,
siguiendo las tortuosas sendas
del invierno.
Se besan, el agua y el viento,
a la discreta luz
de la luna.
2
Bajo la blanca luna,
los campos duermen.
Huye el viento,
por el río,
llevando entre sus garras
el corazón sangrante
de la noche.
3
Salta una rana
atrapada en la red.
Confiados,
bajo las piedras del fondo,
dorados peces duermen.
En silencio, la luna
lo observa todo.
4
Trajo el extraño huésped
a su anfitrión,
un ramillete
de blancos crisantemos.
¡De pronto, entre la lluvia,
un hada asoma!
Por los caminos,
se pierden las palabras;
aúlla el viento.
Fría noche de noviembre;
ríen los espectros.
5
Desde las rojas flores del ciruelo,
descuidado, un insecto
cae en la rápida corriente y…
¡salta una trucha!
6
Mi corazón,
en el firmamento.
Mi voz,
contra el viento.
Tenue, mi vida
cae, como la flor
del cerezo.
7
Junto al lago, en la noche,
rumor de olas,
temblor de enebros.
8
Blancas camelias
crecen en la ensenada.
Cual verdes olas,
se ondulan los juncos.
Acaricia mis ojos
el alma del invierno.