Marchando de un extremo
a otro de la tierra, parece mi cabeza
una bola de nieve.
Entre doradas hojas,
al final del invierno, conquisté mi saber
a mil cordilleras de distancia.
Como la arena, llevada por el viento,
me gustaría ponerle
punto y final a mi viaje.
***
Crucé altas montañas;
más me hubiera valido
quedarme entre los hielos.
¿De qué me ha servido
bañarme en las templadas aguas
del saber erudito?
Los seres sensibles
suspenden los exámenes y se quedan
en casa, cultivando narcisos.
***
Cuando tú me miras,
mi anhelado Buda,
me señalas el Norte.
Se iluminan las niñas
de tus ojos
para aclarar mis dudas.
Extiendes tu manto por la tierra,
por los ríos,
por las montañas…
Sólo tú sabes dónde está mi Sur,
y con amor enciendes
las luces del Oeste.
Sólo una palabra: .. Hermoso 😉
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Muchas gracias, estimada Mamen. Feliz tarde.
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👏👏👏
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Gracias. Buenas noches.
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