¡Tan efímeras alas
tienen las nubes…!
Salta una trucha queriendo
beberse el rocío.
Sobre la hierba, yo
y las libélulas.
***
Por el riachuelo,
cantando, se alejan
mis versos.
Sin saber su destino,
salpican de letras el cielo,
dan color a las flores.
Tras inasible horizonte,
con el roce de cálidas brisas
seducen mi corazón.
***
Entre un infinito
mar de estrellas, sigue vagando
el pequeño haiku.
Cada cosa que miro
me parece una luna
sin nubes.
En el viento de otoño,
un cielo despejado…
¡que ojalá y nunca se cubriera!
Sublime!👏👏😉
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Gracias por pasar y comentar. Saludos.
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