
¡Rechazo, odio, repulsión, rencor!
¡Ah, nuestros peores sentimientos,
retrógrados asesores,
sembradores de recelo
y de toda clase de desgracias
sobre la tierra!
¡Padre de nuestra angustia,
nuestro peor consejero,
oh, tú, maldito resentimiento,
eres la plaga universal!