
A lo desconocido le asusta lo mediocre;
al otro lado mora lo incognoscible.
A lo desconocido le aterra lo liviano;
el otro lado nada busca, nada persigue.
En lo desconocido habita el genio;
quien llega al otro lado atesora
la más preciada conquista.
En lo desconocido no hay recetas;
el otro lado es curioso, ama el cambio
y no persigue recompensa.
Lo desconocido no se rinde;
el otro lado persevera, siempre cambiante,
y permanece al paso de los días.
Lo desconocido, sin saber nada, todo lo entiende;
el otro lado nunca se abandona
a la nada del entendimiento.
Lo desconocido no hace el ridículo;
al otro lado se realiza la perfecta encarnación,
acaso, ¿por qué no?, en este precioso momento.