
A la orilla de sus ojos
cobran vida los cuerpos.
Seductora sirena,
con espesos venenos quisiera
dar caza a inocentes criaturas
atrayéndolas hasta su vórtice
para adormecerlas luego
con sensuales impulsos.
En prolijas curvas su traición expande
propagando siempre las mismas mentiras,
difundiendo cada día las mismas historias,
cortando los débiles hilos que mantienen unidas
su ligera piel con mis cansadas vértebras.
Nació en un cielo
de inasequible locura.
Sobre una esfera de cristal,
en carne viva,
agita sus delgados hilos
removiendo abismos,
desbrozando líneas,
renovando olvidos,
encendiendo nocturnales llamas
que tan sólo apagan sus infinitas delicias.
👍👍👍👍
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Muy buenos versos, Luis, muy buenos!!!
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Gracias por comentar, mi estimado amigo. Un abrazo.
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Muy buen poema🌹
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Gracias.
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