TURBIO ESPEJO


Turbio espejo nubló mi pasado.
Al entreabrir mis párpados,
las olas de mi sangre recobraron su ardor,
sensuales sugestiones se enredaron en mis alas,
sublimes decepciones eclipsaron el aroma
de la agreste sirena
cuyo rumbo no supe seguir.
¿Qué fue de sus vibrantes ojos?
Por el retrovisor vislumbré el humo
y vi quebrarse las esquinas
donde le dije que la amaba.
A los besos del viento,
la hierba en mis cabellos
hizo un mar de espirales.
Mis sedientos labios,
huyendo del olvido,
al trepidante ritmo de las voraces horas
se abrieron paso entre sus tiernos rizos.
Mi corazón, transido,
tan sólo pudo llorarse a sí mismo.

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