LA ESTRELLA


Eres la estrella
de mis delirios colmados.
Un torrentoso río recorre mi vida
de la cabeza a los pies, refrescando,
con zigzagueante trajinar,
los pliegues de mi garganta.
Súbitos, mis ensueños despiertan
antes de haber amanecido,
todo el fuego del cosmos
abrasa mis agitadas noches.
Ante mi rostro,
entes extraños se deslizan,
cual fugitivas sombras,
nublando el cielo de la mañana.
Insomnes, mis ojos encandila
tu refulgente eternidad.