QUÉ PUEDEN

¿Qué pueden,

la tristeza y el dolor,

contra todos ellos?

Unas copas de vino

resucitan mi corazón

y me alejan del desconsuelo.

Pasan los gansos salvajes,

bajo un templado sol, huyendo

de los truenos que se acercan.

***

Solo,

a través de mi ventana,

respiro la tierra.

Viejos leños de antaño,

¿dónde vuestro calor?

Entre los árboles, fina lluvia

acompaña la terca y sagrada soledad

que da vida a mis sueños.

***

Vuelan las palabras,

centelleando,

cual fugaces luciérnagas.

¡Tantas cosas, tantas,

duermen en el templo

aguardando el anochecer!

La campana,

gota a gota,

derrama su tristeza.